Mi táctica es
mirarte,
aprender cómo sos,
quererte como sos.
Mi táctica es
hablarte
y escucharte,
construir con palabras
un puente indestructible.
Mi táctica es
quedarme en tu recuerdo;
no sé cómo ni sé
con qué pretexto,
pero quedarme con vos.
Mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos simulacros,
para que entre los dos
no haya telón ni abismos.
Mi estrategia es,
en cambio,
más profunda y más
simple; mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.